Ni el poder económico, ni social, ni político, ni judicial…no hay nada que
pueda enfrentarse al poder de la Naturaleza. Lo pongo en mayúsculas
porque lo merece, el resto son poderes vanos y efímeros que intentan
dominar el modo de vida (y lo consiguen) de casi todo tipo de
sociedades. Cuando estalla la Naturaleza, volvemos a lo que realmente
somos: pequeñas anécdotas que intentan vivir como protagonistas de
todo.
La naturaleza es sabia, así que este nuevo apartado estará dedicado a la historia y al reconocimiento que, a través de las más antiguas civilizaciones, se ha hecho al poder de la Naturaleza, así como aquellos acontecimientos que han causado, causan y seguirán causando que nuestro planeta, tal y como lo conocemos sea y siga siendo único, irreemplazable...