El búho nival posee un
excelente abrigo que también le sirve de plumaje para sobrevivir en las duras
condiciones del Ártico. Habita permanentemente en la tundra y caza, tanto de
día como de noche, roedores, conejos y aves. El búho nival es natural del
hemisferio Norte. Anida en la tundra y pasa el invierno en el centro del hemisferio
Norte. Es posible verlo en la zona del Mediterráneo.
Durante el verano habita en la
tundra, manteniéndose en los cerros donde hay rocas. En invierno se traslada
hacia el sur, donde podemos ver al animal en los campos de sembrados y en las
praderas. Es característico de todos los búhos girar toda la cabeza para mirar
a los lados, aunque el movimiento se ve facilitado por un cuello relativamente
largo y flexible, que les permite girar la cabeza hasta 270 grados.
En muchos casos el macho y la
hembra permanecen juntos toda la vida. Anida en el suelo. La nidada consiste de
tres a once huevos. En años de poca comida es posible que no críen. Se alimenta
de pequeños mamíferos, aves, crustáceos y peces. Es un ave de tamaño
respetable, tienen una longitud de casi 70 cm, con una envergadura en las alas
de más de metro y medio. Las hembras son más grandes y
llegan a pesar hasta 3 kilos.
En los años donde la caza es
abundante, pueden poner las hembras hasta una docena de huevos. La incubación
se prolonga durante un mes. El papel del macho se limita a la protección de la
nidada y de la hembra. Los lemming son particularmente importantes para el
búho; los años en que escasean pone menos huevos o deja de criar, y en las
épocas de más penuria se ve forzado a viajar hacia el sur en busca de otras
fuentes de alimento.
Acariciando el aire, búho nival
Luna, un caso tan increíble como real
Extraña migración masiva de los búhos nivales desde el
Ártico
Diferentes reportes indican
una migración masiva de búhos del Ártico (Bubo scandiacus)
volando hacia el sur en el territorio de Estados Unidos.
Estas singulares aves fueron
vistas en todo el país, alimentándose en las tierras agrícolas en Idaho y
Montana, deslizándose sobre campos de golf en Missouri o volando sobre las
costas de Massachusetts.
Año tras año cuando llega el
invierno, las lechuzas vuelan hacia el sur buscando zonas de reproducción del
Ártico, pero rara vez se aventuran tan lejos. "Lo que estamos viendo es
increíble ", dijo Denver Holt, director del Instituto de Investigación del
búho en Montana.
"Este es el evento de
vida silvestre más significativo en décadas", añadió Holt, quien ha
estudiado búhos nivales en su ecosistema de la tundra del Ártico durante dos
décadas. Holt y otros expertos creen que este fenómeno puede estar relacionado
con los lemmings (Lemmini), un roedor miomorfo que representa el 90 por ciento
de la dieta de los búhos del Ártico durante los meses de cría. Un suministro
abundante de estos roedores durante la temporada pasada, pudo conducir a un
auge poblacional de esta especie y dio lugar esta singular migración masiva.
La información que existe
sobre esta especie es escasa debido a la lejanía y las condiciones extremas del
terreno donde habita. El aumento de los avistamientos de búho nival ha llevado
a que los observadores de aves acudan a Texas, Arizona, Utah y las Montañas
Rocosas del norte y noroeste del Pacífico, para observarlos en aéreas
silvestres.
"Desde hace mas de dos
meses, los visitantes del parque nos preguntan si hemos visto un búho nival
hoy", dijo Frances Tanaka, voluntario del Refugio de Vida Silvestre Nisqually de Olympia,
Washington.
El búho nival posee una clasificación de LC (preocupación menor) en la
lista roja de especies en peligro de UICN, pero se cree que su población está
disminuyendo posiblemente por el cambio de clima que sufre el círculo polar
Ártico.
Esta migración masiva de búhos
nivales sigue siendo por ahora un misterio de la naturaleza.
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