lunes, 1 de abril de 2013

El Jaguar




INTRODUCCIÓN:
El Jaguar (Panthera onca) es una de las especies familia Felidae. Esta especie se asigna a las panteras, subfamilia Pantherinae, en los félidos.

Esta pantera no es solamente grande, también sus colmillos son relativamente más grandes que los de otros félidos de similar tamaño. La fuerza en la mordida es también superior a la de algunos de sus parientes, poco más de una vez y media que la del Puma, que de por sí es bien peligroso. El jaguar muchas veces mata a su presa mordiéndole la cabeza; en la familia Felidae esta técnica es solamente empleada por esta pantera.
DISTRIBUCIÓN:
La Panthera onca es natural del Nuevo Mundo. Su distribución natural comprende América del Norte, América Central y América del Sur, desde el suroeste de los Estados Unidos hasta el norte de Argentina. En los Estados Unidos está prácticamente exterminado, aunque de vez en cuando aun surgen reportes de verse alguno.


La distribución de esta especie cada día se reduce mucho más. De acuerdo a algunos autores su presencia en América del Norte llegaba hasta el presente estado de Pensilvania en los Estados Unidos, habiendo desaparecido de la mayor parte de este continente al este de las Montañas Rocosas antes de Colón llegar al Nuevo Mundo. De Oregon al estado de California desapareció después y en los estados de Nuevo México, Arizona y Texas muy probablemente ya se encuentre totalmente exterminado el Jaguar.  
En México, igual que en la mayor parte de la distribución, sus números no son tan altos como una vez lo fueron. Se estima que en los últimos cincuenta años la distribución de Panthera onca al norte se haya reducido por unos mil kilómetros y al sur por mil quinientos.



ELEVACIÓN:

Usualmente el Jaguar se mantiene en elevaciones desde el nivel del mar hasta los 1,200 metros de elevación, sin embargo, se le documenta hasta los 3,800 metros.



HÁBITAT:

El Jaguar habita en las selvas y otros lugares donde la vegetación es densa. Frecuenta las orillas de los ríos y otros depósitos de agua dulce. También habita en las sabanas húmedas, zonas semiáridas, bosques secos, bosques de montañas y manglares.



HÁBITOS:

La Panthera onca caza durante las horas del amanecer y atardecer. Son muy activos durante la noche, aunque no es extraño verlos activos durante el día. En algunos lugares son principalmente nocturnos, en otros lugares diurnos y en otras partes no demuestran preferencias en el horario.

Esta pantera tiene gran afinidad por el agua. Excepto, tal vez, por el Tigre, el Jaguar es la pantera que más se ve en el agua; y nada tan bien como el Tigre.

El Jaguar es también buen trepador. La mayor parte del tiempo se mantiene en la tierra, pero no es extraño que se suba en algún árbol. Maniobra con gran destreza caminando por troncos y ramas caídos.



ÁREA DE ACCIÓN:


El tamaño del área de acción, zona donde se mantiene, de un jaguar depende de la abundancia de sus presas. En lugares donde hay muchas presas el área de acción es relativamente pequeña, mientras que en otras regiones donde no hay muchas presas, el área de acción es más grande. En algunos lugares durante la temporada de lluvia, el área de acción se reduce. Es posible que en sus márgenes las áreas de acción de dos individuos tengan zonas en común.



RELACIÓN CON OTROS DE SU ESPECIE:

La Panthera onca como la mayoría de las otras panteras, es un animal que se mantiene solo. Las madres permanecen con sus cachorros por cierto tiempo, los cachorros cuando se independizan es posible que se mantengan juntos por unos meses y durante el celo las parejas están juntas por unos días, el resto del tiempo hacen una vida solitaria.



REPRODUCCIÓN:

En las regiones tropicales el Jaguar cría todo el año. El período de gestación de unos cien días. La madre escoge un lugar escondido, una guarida, donde tener los cachorros. Usualmente en cada parto nacen dos cachorros, pueden ser de uno a cuatro. Los recién nacidos pesan de 700 a 900 gramos. A las diez u once semanas de nacidos comienzan a comer carne. Normalmente se independizan antes de los dos años de edad. Se estima que las hembras sean adultas de los dos a los dos y medio años de edad; y los machos tal vez unos meses más tarde.



LONGEVIDAD:

Al Jaguar se le estima una longevidad en cautiverio de unos veinte años, aunque un ejemplar alcanzó los treinta y dos años de edad. En la naturaleza es muy posible que viva menos años, siendo pocos los que superen los diez años de edad.



ALIMENTACIÓN:

La alimentación de Panthera onca se basa de animales grandes (incluyendo tapires, ganado vacuno, caimanes, pecaríes, ciervos) y de otros animales no tan grandes como tortugas (y sus huevos) y peces.



DESCRIPCIÓN:

El Jaguar es el félido más grande de las Américas. Un jaguar adulto grande puede llegar a medir hasta 1.7 metros de longitud, con una altura en los hombros de 75 cm. Los de las subespecies más grandes tienen un peso promedio de 100 Kilogramos.


En la naturaleza el Jaguar ocurre en dos coloraciones básicas. En la coloración más frecuente el pelo es amarillo rojizo con pintas negras. Las pintas en el cuerpo se presentan en patrones circulares en forma de rosetas. Esta coloración es muy similar a la coloración del Leopardo de África y Asia. En el zoológico podemos diferenciar a estas dos panteras por ser el Jaguar algo más grande y robusto; y aunque los colores del pelo son muy parecidos, usualmente las rosetas en el Jaguar son más grandes.

El otro color es la forma melánica donde el amarillo es suplantado por pardo oscuro. El pardo oscuro varía en intensidad entre los ejemplares, algunos son negros mientras que otros son un color pardo con las manchas usuales.



PELIGRO DE EXTINCIÓN:

El jaguar es un felino que despierta muchas pasiones entre las personas por su belleza y fortaleza, pero desgraciadamente esto no lo convierte en inmune a las amenazas a sí mismo y a su medio ambiente.

Aunque actualmente no está amenazado de manera global según la IUCN, aunque sí que está próximo a la vulnerabilidad, si concretamos un poco más vemos que en cada uno de sus países de manera individualizada sí que tiene muchos problemas, y en algunos de ellos incluso está en peligro de extinción, o ya ha desaparecido.

Por todo esto no hay que quedarse esperando y hay que actuar ya, como se está haciendo en la inmensa mayoría de las áreas donde se le puede encontrar.


 


Importancia de la conservación del Jaguar

Entre otras muchas cosas, el jaguar tiene unas características que lo hacen único y digno de protección, y es que cada especie es única.

Para empezar, el jaguar es el felino más grande de América, y el único representante del género Panthera allí (Nowell y Jackson 1996); además es la tercera especie de felino más grande del mundo y es el mayor depredador en las zonas selváticas donde habita junto al caimán.

Razones de peso para conservar el jaguar, pero hay más.



Clasificación del Jaguar según la UICN

Próxima a la vulnerabilidad (NT)

Según la información de la UICN (2002), sobre la base de estimaciones de densidad y rango geográfico (Nowell y Jackson 1996), se estima que la población de jaguar presenta menos de 50.000 ejemplares adultos, con tendencia a la baja debido a la persecución y la degradación de su hábitat y presas, y podría clasificarse como vulnerable si esta tendencia persiste, o si se obtiene más información disponible sobre la especie que lo verifique.


Actualmente se la considera próxima a la vulnerabilidad (NT), lo cual quiere decir:
La especie no es objeto de medidas de protección especial, pero su población es escasa, está concentrada en un hábitat muy restringido o amenazado de restricción, o se espera que se presente reducción en la población en los próximos años



Situación del Jaguar

En las civilizaciones precolombinas de México, Guatemala y Perú, el jaguar era venerado como una criatura divina. Pero el respeto hacia este animal se perdió cuando empezó a ser cazado por su piel. En los 60 particularmente hubo una disminución significativa de ejemplares, con más de 15000 pieles de jaguar sacadas de la Amazonía brasileña anualmente, por lo que la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES) en 1973 consiguió una brusca disminución del comercio con sus restricciones. Actualmente el comercio internacional de jaguar o de sus partes está totalmente prohibido.

Aun así hoy en día, la caza por su piel sigue siendo una amenaza. Y aunque estén bajo protección en los países Sudamericanos, siguen muriendo jaguares a manos de los rifles de los ganaderos. En algunos sitios, como por ejemplo en Guyana Francesa, todavía se sigue permitiendo la caza del jaguar.

La especie ha perdido el 37 % de su rango histórico, y su condición es desconocida en un 18 % del territorio adicional.

Debido al difícil acceso de algunas de las zonas que habita, y a sus hábitos nocturnos, muchas veces estimar la cantidad de jaguares es difícil.